El corpus de ostraca datado a comienzos de la dinastía XVIII (c.1550-1425 a.C.) y encontrado en la necrópolis tebana por Winlock nos informa de la presencia de grupos de trabajo empleados en tareas de construcción. Las listas de obreros y los registros de trabajo informan de la presencia de trabajadores extranjeros reclutados junto a otros de origen egipcio. Su empleo en la construcción de templos y en tumbas privadas fue una constante en la necrópolis en época tutmósida, lo que contribuyó a su integración entre el resto de la población tebana.