Meloni González, CarolinaGonzález de Oleaga, Marisa N.2024-05-202024-05-202019978-84-1324-533-1https://hdl.handle.net/20.500.14468/15599La memoria histórica se ha convertido en capítulo obligado de las agendas de muchos de los gobiernos occidentales. Recordar o rememorar los pasados trágicos –genocidios, matanzas, desapariciones, torturas– a través de relatos o narrativas parece ser la consigna. Rememorar para no repetir la historia, en una suerte de nueva pedagogía patriótica y democrática. Y dentro de esa incorporación, los lugares de memoria parecen haberse constituido como parte fundamental del mandato memorístico. Como si hubiera una necesidad específica de recordar en un lugar o de transformar esos espacios para revertir el curso de la historia y rememorar lo que allí aconteció. Si en Europa, países como Alemania o Francia van a la cabeza de la espacialización de la memoria –desde los campos de concentración nazis a los campos de batalla de la Segunda Gran Guerra–, en América Latina ese lugar le corresponde a la Argentina, como país adalid de la memorialización ligada a la última dictadura militar.esAtribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 InternacionalDe memorias centrales y periféricas. La espacialización de la memoria en la Argentinacapítulo de libro